domingo, 18 de noviembre de 2012

No todo lo que se ve es...


Por María Julieta Lescano 

Con la brisa matutina y un olor a mate recién cebado, llega esa voz tan particular que indica que el locutor comenzó a transmitir las primeras noticias del día. También, desde temprano, miles de canillitas, kioscos, puestos de diarios  y programas televisivos, tienen las noticias recién saliditas del “horno”.

La comunicación social juega un rol importante en la vida de las personas desde hace miles de años. La comunicación es mucho más que los medios, los medios apenas son las herramientas de un proceso social-cultural complejo que tiene por centro al ser humano como sujeto social.  Todo actor social comunica desde sus prácticas, sus experiencias y su contexto cultural. Pero sin embargo, en la actualidad la vida de la sociedad está atravesada por los medios de comunicación. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Ellos son los que nos informan día a día. ¿Pero qué es lo que nos informan?, ¿La realidad de lo que sucede? Pues no, en verdad a los medios de comunicación se los concibe como filtros de la realidad, es decir nos instalan una parte de la realidad, un reflejo de la realidad misma. 

Los ciudadanos conocen, aprenden y explican las situaciones políticas, sociales y económicas con los factores explicativos que han visto, oído o leído en los medios. De este modo, la agenda de los medios parece configurar, en gran medida, la agenda pública. La agenda significa las cosas que se han de hacer, así lo define el Diccionario de la Real Academia Española. La agenda de los medios se compone de asuntos que, de algún modo, son cuestiones por resolver o de relevancia. De ahí la importancia de que un tema esté presente en la agenda, puesto que su mera presencia marca prioridad de intereses: lo que aparece en la agenda es la realidad, y la que no está o queda invisibilizado, no es parte de la realidad.

Sobre esta cuestión, la Licenciada en Comunicación Social y doctoranda en Ciencias Sociales, Karina Arach Minella dice: “Los medios de comunicación masiva construyen una única verdad. Pareciera que la verdad es la que dicen o instalan ellos y no hay otra. Pero en realidad, nosotros sabemos que con un encuadre, un plano, un recorte, un foco, que yo pongo puedo hacer que esa realidad sea distinta de la que está siendo, o por lo menos que sea parcial. Durante mucho tiempo los medios sostuvieron esta idea de ser un reflejo de la realidad que genera efectivamente una realidad luego”.
Estamos acostumbrados a ver en los medios realidades que no se asemejan a las que están invisibilizadas. Necesitamos que todas las voces se escuchen, porque esa es la principal tarea que deben desempeñar los medios. Hoy en día, "ese rol lo cumplen los llamados medios comunitarios, que tienen como objetivo mostrar lo que no vende",sino justamente mostrar esa otra parte de la realidad que no se ve reflejada en los medios masivos de comunicación, así lo explica la licenciada Arach. Leer más sobre los medios comunitarios

¿Qué es los motiva a los medios para crear parte de la realidad? Hoy, en el mundo en general y en toda América Latina en particular, la gran mayoría de los medios de comunicación se han transformado en grandes monopolios empresarios, y en actores fundamentales para la construcción de hegemonía que implica la reproducción de la dominación social. En ellos, por ende, se busca por un lado difundir las normas y valores vigentes, y por el otro obstruir la emergencia y propagación de quienes traemos una visión distinta de la realidad.
“Los medios masivos de comunicación responden ni más ni menos que a intereses de la clase dominante, por eso son medios masivos, porque tienen el capital, los medios de producción para solventarlos y además tienen los contactos y el poder. El poder de influencia sobre los televidentes, los radioescuchas y los lectores.", explica Karina Arach.

"Una imagen vale más que mil palabras"

Sabemos que en la actualidad, los medios masivos de comunicación tienen como objetivo generar más ganancias. El motor que los moviliza es el dinero, y no su principal objetivo que es comunicar, y todas las realidades por igual.

¿Qué vemos cuando vemos Panamá desde los medios argentinos?

Los medios de comunicación han sido siempre una herramienta importante a la hora de transmitir socialmente distintos pensamientos y visiones del mundo.

 “Despertar con el trino de los pájaros, abrir la ventana para dejar entrar un sol radiante y ver revolotear enormes mariposas de un azul profundo y colibríes multicolores. Un mono aúlla colgado de un árbol, los pelícanos se posan sobre la arena y las iguanas andan por ahí, adueñándose del paisaje. Arenas blancas, agua cristalina, selva tropical, aves que jamás se han visto en otro lado, reggaetón de fondo y uno de los mejores bronceados que se puedan lograr. Y como si esto fuera poco, mar y playas paradisíacas por donde se mire, hacia el Atlántico y hacia el Pacífico”. Así es como se describe a Panamá, en la revista de Susana del día martes 13 de noviembre de 2012, en la sección Su estilo.

Para los medios argentinos, como por ejemplo en Página 12, El Litoral, La Nación y Clarín –por lo menos en el período analizado del 28/10 al 04/11-, a Panamá se  la presenta como un hermoso lugar  para ir a vacacionar, debido a sus bonitas playas y su gran ciudad metropolitana. Por tal motivo, se despierta o se representa en el imaginario colectivo, a Panamá como meramente un lugar turístico.
Esto se debe a qué los medios nacionales, como todos los medios, responden a intereses ideológicos, culturales, económicos y políticos. Al mismo tiempo los grandes medios son los que disponen, según sus intereses, a que países le van a dar un lugar en la agenda. Por lo general, se puede ver que las noticias relacionadas con otros países, tienen un espacio debido a que Argentina está involucrada en el asunto.

Es hora de que todos reflexionemos y tengamos presente que los medios masivos de comunicación ya no cumplen su objetivos principal, que es ser el vocero de la sociedad, y en cuando a sociedad me refiero a todas las realidades que configuran esa sociedad. Los medios manipulan la información y nos transmiten estas como si fueran la única verdad. Si nos siguen queriendo mostrar sólo una parte de la realidad, no podemos dialogar o tomar conciencia sobre lo que verdaderamente ocurre. La comunicación es un derecho de todos.
No todo lo que se ve es, ni todo lo que se dice en los medios es la realidad misma, por la cual se puede conocer.


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Un dato curioso
En Panamá América y La Prensa, dos diarios importantes de Panamá, sí se les dedica espacio al tratamiento de distintas noticias de los países de América Latina y Europa.


Fuentes consultadas:
Entrevista a Karina Arach Minella
Revista Susana http://www.revistasusana.com/1526117-tiempo-de-descuento-vacaciones
Raymond, Williams (1974). Los medios de comunicación social. Ediciones Península. Barcelona
Video Zapin Kollas http://www.youtube.com/watch?v=OvOvNCp5VO4
Diarios de Panamá La Prensa y Panamá América


Insomnio e ignorancia


Por Sebastián Manassero

Un joven con mirada cansada le devuelve una sonrisa a Omar, desde el espejo. Un día particularmente agitado en la ciudad de Panamá está llegando a su fin. Tradicionalmente, cada 4 de noviembre se realizan desfiles en todo el país, en conmemoración de un nuevo aniversario de vida republicana. Desde una ventana a la izquierda de la habitación del joven, todavía se escuchan algunas voces y risas. Ya acostado, Omar repasa mentalmente los sucesos del día. Piensa en la multitud de banderas, en la prolijidad de los desfiles, en las bandas que musicalizaron las calles y en el color de las prendas de los integrantes de dichas agrupaciones. Recuerda los rostros de los representantes de la iglesia que participaron de los actos y de los jefes del gobierno. “Dejo un mensaje muy simple: de paz, de reconciliación, de charla entre las partes. Creo que eso es lo más importante. Los panameños debemos actuar con civismo y con dignidad. Tenemos que querer a nuestro país, a nuestra bandera y todo lo que ésta representa”, fueron las palabras del presidente Ricardo Martinelli, si la memoria del joven no lo engaña.



Cargado aún de sensaciones, Omar sabe que va a tener algo de dificultad para dormirse. Sin embargo, acomoda su cabeza en la almohada y cierra los ojos por primera vez en esa noche.

***

Daniel abre los ojos una vez más y maldice, más para sí mismo que para interrumpir el silencio de su habitación en penumbras. Deja divagar a su mente un par de minutos, de esos que el insomnio vuelve eternos, y se decide por levantarse. Es lunes y tiene que dormirse de una vez por todas para no ir a trabajar al diario somnoliento. Se acerca a la televisión y la enciende, con la esperanza de recuperar el sopor.

El periodista hace zapping un rato, pero interrumpe para encenderse un cigarrillo. Desde los parlantes del aparato, diversas personas hablan sobre el rol de los medios de comunicación. El periodista sube el volumen y escucha atento, mientras el humo va impregnando la habitación.

“El rol de los medios de comunicación en la sociedad es la construcción de la realidad. Nosotros no tenemos contacto con ésta. Tenemos un contacto limitado con lo que nos rodea (el barrio, el trabajo, etcétera), pero el resto de la realidad del universo se nos configura a través de la comunicación. Si se nos priva de ésta, directamente no conocemos el mundo”, explica el Dr. Eugenio Raúl Zaffaron, Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.



Daniel completa mentalmente: “Aun así, hay muchos aspectos de la realidad de los que no sabemos nada, porque los medios no los toman en su agenda”. Y continúa pensando en esto, mientras, soplando lentamente, pinta con humo la atmósfera de su habitación, levemente impregnada por los ruidos de la noche santafesina.

***

El recuerdo del humo negro de las llantas quemándose y del humo blanco que sale de los cañones de las armas de la policía pasa por la mente de Omar, que vio los hechos que sacudieron a todo Panamá en televisión. A partir de una ley que permitía la venta de tierras en la zona libre de Colón, se generaron numerosas protestas y disturbios fuertemente reprimidos por la policía. Hubo numerosos heridos e incluso fueron asesinados un niño de 9 años, un hombre y una mujer,  los tres víctimas de balas perdidas.   



Omar cambia de posición por décima vez en la última hora. Se tapa los oídos con la almohada mientras revive los momentos de tensión, cuando todavía no sabía si su hermano, que desde hace un año trabaja en Colón, estaba bien. “Afortunadamente —piensa—, ahora las protestas continúan de forma pacífica y la polémica ley está a punto de ser derogada”, o al menos eso fue lo que leyó en un diario.

***

Daniel vuelve a la habitación con una pila de diarios —de los que aún no se deshizo— y la suelta bruscamente en el piso. Se sienta junto a ellos y comienza a separarlos. Se trata de los ejemplares de Clarín, Página 12 y El Litoral de esa semana. Una vez organizado todo, el periodista se enciende otro cigarrillo y mientras se rasca su cabeza canosa, piensa unos instantes: “A ver, un país que difícilmente esté en la agenda de estos diarios: Venezuela, no; Uruguay y Brasil deben aparecer; Colombia, capaz que también; ¿qué tal Panamá?”. A continuación recorre rápidamente las páginas de cada periódico, leyendo volantas y títulos, en búsqueda de una presencia de ese país. Tal como esperaba, no encuentra nada, ninguna noticia. Se enciende un último cigarrillo.

“¿Qué estará pasando en Panamá?”, se pregunta, convencido de que no tiene idea alguna de la realidad de ese país y horrorizado de que lo único que le viene a la cabeza son playas y balnearios en los que nunca estuvo. “¡No puede ser!” Se acerca al televisor y comienza una recorrida por los canales de noticias pero se detiene abruptamente al ver la hora en uno de ellos. “¡Viejo desquiciado! Te quedan 4 horas para dormir, nada más”, piensa. Entonces termina de fumar, apaga todo y se vuelve a la cama. Pero su cabeza sigue trabajando a mil revoluciones.

Los minutos parecen horas y entre divagaciones, Daniel recuerda una charla con una colega del ámbito de la comunicación. Fue la Licenciada en Comunicación Social Karina Arach quien le dijo, hace algún tiempo, que “cada vez que se piensa en medios de comunicación se considera sólo a los medios masivos. Éstos responden a los intereses de las clases dominantes, porque sale mucha plata tener un medio de comunicación”. Y también: “Hay que pensar a los medios de comunicación atravesados por ideología”.





“Los intereses de los medios lógicamente determinan sus agendas, las noticias que publican”, reflexiona Daniel. “Pero ¿qué pasa con lo que no se muestra, lo que no tiene interés para los medios?”. Inmediatamente vuelve a recordar las palabras de la Licenciada: “En las cosas que no se muestran es donde juegan un rol importante los medios comunitarios, porque éstos apuestan al revés: no exhiben lo que vende, sino que tratan de construir con lo que le sirve a las personas, con lo que éstas necesitan. Y eso es mucho más genuino, porque refuerza identidades colectivas”. “Podría gestar un nuevo medio bajo esta última consigna, ahí los problemas de los países latinoamericanos tendrían un lugar. Sí, podría empezar mañana…”, divaga el periodista.

Ya con el sol a punto de salir, Daniel se sumerge en un mundo se sueños pronto a ser interrumpido por la alarma del despertador.




***

Mucho más al norte del continente, Omar duerme plácidamente, ignorando lo invisible de su realidad cotidiana para los ojos del grueso de los argentinos.