sábado, 27 de octubre de 2012

Oscar Londero: “Hay periodistas y medios que compran sus notas y gente que las paga”


Por Sebastián Manassero

“La ética periodística no implica sólo la forma en que nos relacionamos con las fuentes, con los entrevistados o con el medio en el cual trabajamos, sino más bien la honestidad tanto con nuestros compañeros como con nosotros mismos”, aseveró Oscar Londero ante un público conformado, en su mayoría, por estudiantes avanzados de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias de la Educación


En medio de un clima más bien informal –potenciado gracias a la constante circulación de mates y facturas– y por lo tanto algo atípico para una conferencia, Oscar Londero , el actual corresponsal de Clarín en Paraná, contó algunas de sus experiencias y realizó una descripción del ambiente periodístico, en el que prontamente muchos de los jóvenes que lo escucharon se verán insertos.

“Hay periodistas y medios que compran sus notas y gente que las paga”, ejemplificó en sintonía con el tema de la ética. También se refirió al poder de los empresarios y del poder político en relación a los empleados de los medios. Describió con tonó pesimista el caso del diario Hora Cero, en Paraná, y la famosa “Casita”, donde el medio obligaba a 
los periodistas que no le simpatizaban a cumplir un horario, sin realizar ninguna tarea propiamente periodística.  

Frente a todo esto, Oscar Londero resaltó brevemente la importancia de que los periodistas estén nucleados en un sindicato que tenga, según sus propias palabras, “personalidad gremial” y los represente frente al poder de los propietarios de los medios.


Además de trabajar para Clarín, Londero es propietario del sitio de noticias Acceso Libre. También se refirió a esto en la conferencia: “Gesté mi propio medio en el 2006, y fue como una tabla de salvación, porque sentí que me estaba enloqueciendo por los disgustos, el malestar y la disconformidad que tenía en ese momento con el medio en el cual aún trabajo. Esto no sólo tenía que ver con el aspecto económico sino con el no reconocimiento simbólico del trabajo, evidenciado en el ninguneo y la negación constante de lo que uno propone”.


Por último, Londero reevaluó su descripción negativa del ambiente periodístico, reconociendo enérgicamente que éste también tiene su lado positivo y que otorga momentos gratificantes. “Hay ciertas cosas que tienen que ver con lo simbólico y con lo afectivo que no tienen ningún tipo de equiparación con lo económico”, concluyó ante los estudiantes, quienes probablemente se fueron luego pensando en su futuro.


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